El Concello de Vigo acaba de ordenar el cierre del Palacio de la Oliva, establecimiento dedicado a la restauración y al ocio nocturno que abrió sus puertas hace aproximadamente un año. Tras una anbiciosa reforma, la empresa Interatlantic Fish, de la mano de Luis Cabaleiro, y de Casa Solla y Solla Eventos, hizo una gran inversión que ahora el Concello de Vigo tira por tierra por motivos de gran relevancia administrativa. Argumentan los técnicos de la Administración municipal que la firma carece de licencia para desarrollar sus actividades, además de un defecto de ineficacia de la comunicación que debe preceder al inicio de actividad, que debe ajustarse a la que se desarrollará en el futuro.
El Palacio de la Oliva se presentó como una propuesta en el que el atractivo principal era la restauración, de la mano de Pepe Solla. Se proyectó un espacio para 50 comensales "coincidiendo con el crecimiento gastronómico de Vigo". La propuesta incluía también una coctelería con una carta versátil.
El proyecto se presentado con bombo y platillo, haciendo gran hincapié en la colaboración de Pepe Solla al frente de una propuesta de restauración detrás de la cual, finalmente, había poco más que una sala de fiestas.