El turismo en la Ribeira Sacra tiene efectos colaterales


El crecimiento turístico de la Ribeira Sacra acarrea una una serie de problemas y el que más preocupa a vecinos, administraciones y a las propias empresas del sector es el d número de visitantes a de visitantes que puede recibir el destino.

El Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra maneja un documento en el que detalla un total de 13 puntos (entre las provincias de Lugo y Ourense) conflictivos o preocupantes, lugares donde la afluencia de visitantes es alta y el gran número de vehículos puede poner en riesgo la conservación del entorno natural, además de mermar a calidad del destino.

El consorcio propone soluciones como la creación de estacionamientos disuasorios en las poblaciones cercanas, líneas de buses lanzadera y limitar el aforo diario a determinados puntos de interés.

Estos puntos más conflictivos, según el citado estudio, están en la parte lucense en los embarcaderos de Ponte do Sil (Monforte de Lemos) y Belesar (O Saviñao). También señala el entorno de la playa de A Cova (O Saviñao), el inicio de la ruta de Augacaída (Pantón) e incluso Portomarín como lugares a vigilar.

Del lado de Ourense, el documento hace mención a la situación preocupante que se da en los embarcaderos de A Abeleda (Teixeira) y Santo Estevo (Nogueira de Ramuín), así como en las inmediaciones de los monasterios de San Pedro de Rocas, Santa Cristina y Santo Estevo de Ribas de Sil; en el pueblo de Parada do Sil y en las pasarelas del Río Mao.

En algunos de los puntos, según señala el diario El Progreso, ya empezaron a probarse alternativas. Por ejemplo, y entre otras actuaciones, en la playa de A Cova (O Saviñao) se estrenó un servicio de bus lanzadera desde Escairón con cargo al Plan de Sostenibilidad Turística (PST). Para 2023 se prevén cambios para mejorarlo.