Planas destaca la madurez y el papel estratégico del sector agroalimentario


El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, resaltó el nivel de madurez y la importancia que alcanzó el sector agroalimentario español, que juega un papel estratégico en la economía, y que, pese a un año de dificultades como la guerra en Ucrania o la sequía, es capaz de ofrecer signos muy positivos como el continuado crecimiento de las exportaciones.

El ministro subrayó que contar con un sector agroalimentario potente es un elemento central para los estados, y además ahora goza del reconocimiento de la sociedad, no solo por su capacidad de abastecimiento de alimentos, sino también por la creación de empleo y riqueza en el medio rural.

El ministro hizo un reconocimiento al esfuerzo de todos los trabajadores de la cadena alimentaria en estos meses de gran complejidad para mantener un abastecimiento de alimentos suficiente y de calidad a la población, y enfatizó que si todos arrimamos el hombro saldremos más fortalecidos. Así mismo reiteró los potentes instrumentos de apoyo puestos en marcha por el Gobierno, que superan con creces los 1.000 millones de euros, para ayudar a afrontar la situación.

Sobre las medidas puestas en marcha por el Gobierno, el ministro informó de que a lo largo del mes de septiembre se están realizando los pagos de la línea de ayudas a los sectores ganaderos de carne y cítricos cofinanciadas en una tercera parte con fondos europeos, que suman 193,4 millones de euros. El pago de estas ayudas se realiza a través de las comunidades autónomas.

En este panorama de dificultades, el ministro destacó que los datos de las exportaciones agroalimentarias españolas son para estar orgullosos, después de que entre agosto de 2021 y julio de 2022 aumentaran un 11,6 %, con un valor global de 64.459 millones de euros, de forma que lo vendido en el exterior supera ya el consumo interno.

El ministro detalló cuatro elementos que consideró claves para el sector agroalimentario español, entre los que citó en primer lugar la ley de la cadena, que era una demanda histórica de las organizaciones agrarias, y que gracias a la cual los agricultores y ganaderos no están soportando sobre sus espaldas el peso de la crisis, como ocurría en ocasiones anteriores, ya que la norma garantiza que nunca recibirán remuneraciones por debajo de los costes de producción.

En segundo lugar, mencionó a los seguros agrarios, una herramienta fundamental que aun cobra más importancia en la actual situación de cambio climático porque es la mejor defensa que tienen los agricultores y ganaderos frente a adversidades climáticas. Por ello recordó que el Gobierno amplió en 60 millones de euros la línea de apoyo a la contratación de seguros, lo que permite que la subvención pueda alcanzar hasta el 40 % del coste de la póliza.

En tercer lugar, el ministro se refirió a la buena oportunidad que va a suponer para Andalucía y para España la nueva Política Agraria Común (PAC), que entrará en vigor el 1 de enero de 2023, y que beneficiará especialmente a las explotaciones familiares, y que tendrá un carácter más justo y más social. Para ello se han introducido herramientas como el pago redistributivo, una limitación máxima de las ayudas y la degresividad en el cálculo de las de mayor cuantía.

Como consecuencia de una de las medidas de apoyo al sector promovidas por el Gobierno, el incremento del porcentaje de pago anticipado de la PAC, el ministro recordó que a partir del 16 de octubre los agricultores y ganaderos españoles percibirán casi 3.400 millones de euros, lo que supone una oportuna inyección de liquidez en las explotaciones en un momento de especiales dificultades.

Por último, recalcó la excelente oportunidad que, junto a las ayudas de la PAC, brindan al sector los fondos europeos de recuperación y las ayudas aprobadas por el Gobierno para hacer frente a las adversidades del momento. En total más de 55.000 millones de euros hasta el año 2027 para modernizar el sector y evolucionar hacia un modelo de producción sostenible, que garantice la viabilidad y rentabilidad de las explotaciones y que asegure la actividad y el desarrollo del medio rural.