Se reclama un marco jurídico para las terrazas


Los resultados del mayor estudio de terrazas realizado hasta la fecha a nivel europeo, presentado por Hostelería de España, patronal en la que está integrada Hostelería de Galicia, y llevado a cabo por Cremades & Calvo-Sotelo en el que se comparan 12 ciudades a nivel europeo y 19 a nivel nacional, ponen en evidencia grandes diferencias entre unos territorios y otros en cuanto a las normativas y regulaciones de las terrazas y desvelan la ausencia de una mínima unidad de criterios. Por ello, desde el sector se reclama un marco jurídico que facilite la actividad de la terraza dada su importancia en el negocio hostelero.

La hostelería que, a nivel nacional, representa más del 6,2 % del PIB nacional y emplea a 1,7 millones de personas, advierte que no será hasta 2023 cuando se recuperen los niveles previos a la pandemia. Según los últimos datos del INE correspondientes al mes de octubre, el sector todavía tiene 110.000 empleos menos que en el mismo mes de 2019, a los que hay que sumar más de 60.000 trabajadores en situación de ERTE.

Las terrazas han sido uno de los fenómenos que mayor expansión han tenido con motivo de la covid-19 y los cambios de modelos sociales ponen de relieve que éstas han venido para quedarse. Según un Estudio de American Express, en los peores momentos de pandemia, la terraza ha llegado a suponer el 50,4 % de las ventas totales de los establecimientos.

Medidas en favor de la hostelería

Entre las medidas a tener en cuenta en el necesario apoyo a la recuperación del sector, Hostelería de Galiciademanda amparo legal para las nuevas autorizaciones y ampliaciones de terrazas concedidas durante la pandemia; así como la eliminación de las restricciones excepcionales de la covid-19, como limitación de los aforos, la reducción de horarios, y no castigar innecesariamente al sector, con obligaciones adicionales como el control del pasaporte covid.

El estudio también revela que en Europa los países analizados (Alemania, Bélgica, Croacia, Portugal, Francia, Italia, países Bajos y Suecia) han aplicado medidas menos restrictivas con motivo de la pandemia y aquellas que pueden favorecer a los establecimientos, como la creación o ampliación de las terrazas, tienen un horizonte temporal que abarca 2022, mientras que en España algunas ciudades ya han eliminado todas las medidas excepcionales.

Por ello, desde la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de Galicia (Hostelería de Galicia) consideran que las nuevas ordenanzas deben prever:

-Mantener las prerrogativas administrativas de ocupación de espacio público adquiridas durante la pandemia.

-Reducción de las cargas burocráticas en términos de tramitación online, creación de un registro telemático para facilitar las consultas o reclamaciones sobre el funcionamiento de las terrazas.

-Flexibilizar y mejorar la calidad normativa para adecuarla a diversos contextos económicos y políticos.

-Incluir criterios normativos marcados por las normas de liberalización de los servicios.

-Simplificar el procedimiento administrativo al que se ha de someter esta actividad económica.

-Defender y coordinar los intereses de los colectivos concurrentes.

-Aumentar las restricciones en hostelería desplaza el consumo a espacios menos seguros

-Aumentar las restricciones a la actividad de hostelería desplaza el consumo a otros lugares menos adecuados, especialmente a espacios interiores privados o a espacios exteriores desordenados. Las terrazas son espacios seguros y disponen de medidas estrictas de desinfección y limpieza para prevenir el riesgo de contagio de la covid-19.

Si bien, el estudio realizado por Hostelería de España desvela que en el periodo analizado muchas de estas limitaciones han ido suavizándose, queda también patente que la única restricción que se ha mantenido como obligatoria es el veto de fumar en terrazas de hostelería y restauración si no puede mantenerse la distancia de seguridad de 2 metros, que algunas CC. AA. han llevado a la prohibición total. Esta es una medida que no ha sido aplicada en ningún otro país europeo.

España figura así como una excepción en nuestro contexto, al implantar y mantener restricciones en las terrazas desconocidas en los países de nuestro entorno, y con una preocupante falta de coherencia en la aplicación a nivel local y regional. Una situación que retrasa y pone en riesgo los retornos a los niveles prepandémicos de actividad de un sector clave para nuestra economía.