Atrás quedan 20 años entre fogones profesionales y ahora ha decidido lanzarse a un nuevo proyecto en solitario. Es el caso de Pablo Pizarro, que fue presidente del colectivo Coruña Cociña durante un tiempo. Tras un breve paso por Le Viander como director gastronómico, inicia un periplo con las manos en la masa.
“En los próximos días abrimos un obrador de elaboración de empanadas que se llama La Empanada Viajera, con despacho presencial en A Coruña para vender a la gente de la ciudad y también haremos envíos a toda la península. Tras el papeleo que es cansino, tenemos previsto comenzar la nueva actividad el 20 de octubre”.
¿Qué tipo de producto pondrás en el mercado?
-Fundamentalmente empanadas y también complementaremos con algo dulce, algo de repostería. La idea es hacer todo tipo de empanadas con productos de temporada y de proximidad, empanadas de calidad y que marquen la diferencia.
-¿Ilusionado con el nuevo proyecto?
-Desde luego. Es mi primer proyecto en solitario, bueno con mi mujer, y tenemos muchas ganas de que esto comience a funcionar ya.
-¿Cuántas personas tendrás a tu cargo en el obrador?
-Inicialmente comenzaré yo sólo en el obrador pero, a medida que el negocio comience a funcional, la idea es ir incorporando personal a medida que la demanda lo requiera.
-¿Cuál ha sido el motivo por el que decidiste aparcar por el momento el trabajo entre fogones en la restauración social?
-La pandemia nos hizo cambiar a todos un poco de mentalidad. El trabajo en la cocina tiene que cambiar. Antes, al menos en mi caso, y creo que es común a todos los cocineros, la prioridad era el trabajo, difícil de conciliar con la vida familiar. Ahora para mi prima la calidad de vida, la familia y eso en una cocina profesional no es muy viable.
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