Galicia inagotable. Artículo de José Luis M. Palacín


Difícil para un profano proponer cómo promocionar Galicia. Porque hay organismos y estudios especializados con la problemática de esta actividad muy bien analizada. Quizá demasiado sesgada por el concepto “clásico” de Turismo, pero con un conocimiento casi exhaustivo de las fortalezas y debilidades. Como el estudio de “Estrategia del turismo de Galicia 2020”, elaborado por la Agencia de Turismo de Galicia, en colaboración con las tres universidades gallegas, y entidades y agentes del sector. Pero me atrevería a señalar algunos aspectos, útiles para hacer efectiva la promoción y para obtener mayores y mejores resultados para los inagotables recursos de Galicia, muchas de cuyas facetas tal vez no estén suficientemente explotadas.

Debemos señalar la gran cantidad de entidades e iniciativas dedicadas a la promoción turística, que ofrecen mensajes no adecuadamente coordinados, por lo que pierde eficiencia el encomiable esfuerzo realizado. Quizá porque falta la adecuada concertación de las acciones: un minifundismo que minimiza el rendimiento.

Imprescindible que el departamento de turismo de la Xunta refuerce sus capacidades y ofrezca una plataforma potente que garantice la armonía entre las ofertas de todos los protagonistas, y la máxima tecnificación de los canales de llegada a los destinatarios, aprovechando las herramientas multiplicadoras que los recursos de internet permiten.

Hay que partir no solo de las instalaciones turísticas existentes, sino de la inmensa capacidad de los recursos de Galicia. Desde las prácticas deportivas hasta el fomento concertado del turismo gastronómico, creando iniciativas de calidad para cada estación del año; sin olvidar el turismo enológico, o el cultural en el extenso sentido de la palabra: desde el monumental al musical, audiovisual, teatral. Existen ofertas muy valiosas que se las apañan con sus propios recursos, sin encontrar una plataforma que dé a conocer sus opciones; y eso ocurre dentro mismo de Galicia, con iniciativas estimables que no llegan a conocerse ni a 50 kilómetros de donde se producen. Igual ocurre con el turismo de naturaleza, en una Comunidad con múltiples posibilidades.

Hay colectivos sociales a los que llegar, con ofertas que pusieran en valor muchos lugares de la “Galicia vaciada”. Muchos municipios de la despoblación podrían organizar campamentos de verano, que generarían actividad en los meses de julio y agosto, si se realiza la inversión adecuada y se promueve una oferta, por ejemplo, a los colegios de Madrid y de otras zonas más pobladas, carentes de los recursos naturales de Galicia.

Fomentaría actividad económica y social que alcanzaría a la propia formación profesional a nivel local. Y otras acciones coordinadas: escuelas de equitación, o enseñanza y práctica de la vela y otras a ctividades de ocio. Campos de trabajo para restauraciones, para rehabilitación de medios naturales, para las faenas del mar…

En cuarto lugar, fomentar hermanamientos e intercambios entre jóvenes -e incluso de personas de tercera edad- con ciudades y comarcas, tanto a nivel de España como a nivel internacional.

Haría de Galicia una referencia, fomentaría unas querencias perdurables en el tiempo, y haría entender el modo de vivir, de producir, y la forma de ser gallegos, con elementos suficientes como para enamorar de por vida a mucha gente. La iniciativa de construir esa plataforma, y de crear una gestión compartida debe partir de la Xunta, para aprovechar todos los recursos sin fin que tiene Galicia. ¿Por qué no un Congreso para tratar el tema y constituir esa plataforma?

Por José Luís Martín Palacín*

*Analista político en Mundiario y Nueva Tribuna. Fue director general de Tráfico, subsecretario del Ministerio del Interior y secretario general de Comunicaciones en el Gobierno de España