A 15 km de Pontevedra capital, el mítico balneario de Os Baños do San Xusto, en Cerdedo-Cotobade, que en los primeros años del siglo XX brilló con luz propia en la cultura de las aguas de Galicia, vuelve a resurgir a modo de estación balnearia que combina los recuerdos de un pasado esplendoroso con un futuro termal prometedor en medio de un paraje natural incomparable en las orillas del río Lérez.
El proyecto constructivo, diseñado por la arquitecta local Cristina García Fontán, ha permitido recuperar este legado perdido, que forma parte del patrimonio natural y cultural de Galicia. Combina el uso mineromedicinal de sus aguas con el aprovechamiento termal de los efluentes descubiertos en las inmediaciones de este complejo.
La minicentral hidroeléctrica, la primera “fábrica de luz” de Pontevedra inaugurada en el año 1915, recobra vida reconvertida en casa de baños con capacidad para 20 personas y otras tantas en las zonas de descanso y relax, muy apreciadas por la calidad de sus aguas sulfurofluoradas, que deben tomarse espaciadamente.
Las “pozas” públicas al aire libre, diseñadas a partir de las bañeras preexistentes, serán también uno de los grandes atractivos de la instalación, dado que su uso será libre. La recuperación de varios molinos -uno transformado en una original sauna- con alto valor etnográfico y la Casa do Muiñeiro (molinero) junto a la reordenación integral de todo el entorno, habilitando espacios naturales de ocio, fuentes cubiertas para beber las aguas, sendas, plataformas de madera, urbanización, accesos y acondicionamiento de la vegetación autóctona completan este balcón natural a un paisaje natural de ribera fluvial incomparable de vegetación influida a su paso por el río Lérez.
Cerdedo-Cotobade, bañado también por el río Almofrei, es un compendio de naturaleza, arquitectura y arte rupestre, que tiene más que merecido un salto en el Camino.