La futura implantación en España del semáforo nutricional Nutri-Score, el sistema de etiquetado frontal con el que se quieren valorar las características de los productos alimentarios, tiene muchos detractores.
Los elaboradores de aceite de oliva y las denominaciones de origen de toda España solicitaron al Ministerio de Consumo quedar fuera de este sistema.
Por su parte, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad) apunta que se trata de una calificación que «no se adapta a la dieta mediterránea», según precisan desde su directiva.
La Asociación Española de Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas (Origen España), que agrupa a varias indicaciones de calidad gallegas, reclama que los productos agroalimentarios de calidad diferenciada queden excluidos de este etiquetado.
Origen España argumenta que estos alimentos tienen características diferenciales muy valoradas por los consumidores y que sería inviable reformular sus elaboraciones y proponen que estos productos «queden excluidos de este etiquetado, como alimentos tradicionales, con historia y valores diferenciales».