Organizado por el INORDE dentro de las acciones del Proyecto CTC Limia, Lima, Cavado, Interreg VA el pasado martes, 15 de diciembre, se celebró en el Centro Cultural Marcos Valcárcel la Mesa temática de Agricultura e Emprendimiento.
El Proyecto Europeo de Cooperación Transfronteriza, Interreg V A, Comunidad Territorial de Cooperación CTC Limia-Lima-Cávado, tiene como objetivo establecer desde la cooperación redes de trabajo útiles para el desarrollo económico y social de nuestra Eurorregión.
Esta oficina técnica iniciada ya en el año 2002 pasa por abordar las temáticas de interés mediante la realización de workshops, mesas temáticas, seminarios, acciones de sensibilización y promoción de los proyectos ya ejecutados con fondos.
La Mesa temática de Agricultura e Emprendimiento, recientemente realizada, ha sido capaz, resaltando fortalezas e identificando debilidades, de hilvanar un tapiz que recoge la realidad sobre la que se asienta el entramado productivo, de corte agrícola y forestal, de las zonas que conforman dicha comunidad.
Esta mesa temática se ha celebrado el pasado 15 de diciembre y se ha centrado en dos conceptos tan axiomáticos como son agricultura y emprendimiento; organizada por el Instituto Ourensano de Desarrollo Económico y lanzada por el presidente de este organismo, Rosendo Fernández, se conformó con representantes de los, a entender del INORDE, sectores más visibles de la producción primaria del espacio transfronterizo Ourense-Cóvado e Alto Minho.
Juan Casares Gándara (CRDO RIBEIRO), Manuel López Pérez (CASTAÑA DE GALICIA), Rafael Oliveira (Feel Agency), David Teixeira (Cámara Municipal de Montalegre), José Antonio Mota (ATAHCA), los técnicos del propio INORDE, Servando Alvarez y Rocío Gómez, y moderada por M. a Eugenia Medina, desgranaron durante la jornada las principales características definitorias de cada uno de los sectores.
Conceptos como cooperación entendida como herramienta fundamental dinamizadora de proyectos de emprendimiento, promoción de los productos diferenciados como valor seguro en un mercado cada vez más global, potenciación de las marcas de calidad como garantes del trabajo bien hecho, empleo y transformación rural como única opción efectiva a la hora de fijar población y sobre todo defensa del sector primario como pulmón económico en épocas especialmente complicadas, como la que estamos atravesando, fueron los puntos en común que mostraron en sus reflexiones los distintos actores intervinientes en la jornada.
De una manera más pormenorizada los representantes del sector vitivinícola mostraron el contraste de una zona en la que la tradición, la calidad y la innovación, llevaron O Ribeiro a ser una comarca puntera tanto en la elaboración de productos con alto valor añadido y proyección nacional e internacional, como su integración de paisaje y gastronomía a la hora de crear redes de enoturismo que retroalimentan la fama de sus vinos; pero en la que la atomización de la propiedad y el envejecimiento de sus viticultores ponen en grave riesgo la continuidad del modelo productivo, urgiendo medidas encaminadas a dotar de mayor superficie productiva tanto a bodegas y a colleiteiros como a viticultores.
En contraposición, los territorios amparados bajo el paraguas de calidad del Viño Verde, pese a disponer de una amplia base territorial echan en falta actividades capaces de agrupar todo su territorio en un mismo discurso capaz de unificar y crear imagen de enocomarca diferenciada.
Diferenciación productiva que al mismo tiempo es ventaja e inconveniente en lo que atañe al producto Castaña, ventaja por la inmejorable calidad y fama que los soutos gallegos, como ecoexplotaciones únicas, imprimen al producto final; pero inconveniente por la dificultad de manejo y conservación de estos enclaves singulares.
De todas las maneras, el eje Galicia-Portugal se consolida como el primer productor de Castaña a nivel mundial y cuenta con unas expectativas francamente excelentes en relación a la exportación de productos destinados a mercados de corte gourmet.
Por su parte y siguiendo la misma línea argumental de conservación de paisaje y su integración en actividades productivas, el cultivo de pequeños frutos (arándanos, grosellas, moras...) se muestra en la zona de Terras Altas do Homem, Cavado e Ave, como posibilidad para la fijación en el rural de jóvenes emprendedores en zonas con alto riesgo de despoblación.
Además este tipo de producciones son muy receptivas a su integración en estrategias de una forma específica de turismo rural, en la que los clientes so se limitan a disfrutar de una experiencia paisajística al uso, si no que se integran en momentos claves del proceso productivo, recolección y manufactura (elaboración de conservas, gastronomía…), como manera de formar parte del medio natural y social que visitan.
En relación a patata, la clave en Galicia está en promover la transformación en origen de un producto que pese a su calidad, necesita mejorar en relación a la introducción en el mercado de nuevos conceptos que propicien un aumento de su valor añadido, rompiéndose así la dependencia omnímoda de intermediarios y redes de distribución.
Introducción de variedades encaminadas a mercados gourmets, nuevas presentaciones y envasados y sobre todo la necesaria creación de pequeñas industrias de transformación vinculadas intrínsecamente a la zona de producción, se convertirían en soluciones francamente rentables a un producto que puede presumir de una altísima calidad.
Además, en relación a este cultivo quedó patente la voluntad y necesidad de establecer estrategias sinérgicas entre la comarca da Limia y el municipio de Montalegre, basadas en la defensa del territorio y de la patata como motor de desarrollo económico-social, haciendo especial referencia a una cooperación entre comarcas, encaminada a la reactivación de la zona transfronteriza del cultivo de la patata de siembre, a priori, de calidad excepcional.
