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El citado estudio revela que el 33% de los que no quieran dejar de viajar tienen entre 18 y 30 años y el 32% entre 40 y 55 años. Además, la mayoría proceden de Castilla y León y Madrid.
Otro aspecto importante es la caída del presupuesto que el viajero tiene previsto destinar a sus vacaciones, que baja de los 900 a los 780 euros, algo que se debe fundamentalmente al cambio de destino. En esta nueva etapa los viajeros prefieren alojarse en casas familiares o de amigos (un 21%) o segundas residencias (15%), pero también crece la demanda en hoteles rurales (de un 7% a un 12%).