"Trabajando unidos podemos conseguir más cosas" Pablo Pizarro (Coruña Cocina)

Las diferentes asociaciones de cocineros gallegas mantuvieron esta semana una reunión virtual con Turismo de Galicia, en el que trataron de buscar soluciones conjuntas para la crisis del coronavirus. Charlamos con Pablo Pizarro, presidente de Coruña Cocina, sobre este encuentro y sobre sus perspectivas personales de cara a la recuperación del sector.

¿Qué abordasteis en la reunión de asociaciones con Turismo de Galicia?

Fue una primera toma de contacto. Nava Castro nos explicó lo que estaba haciendo Turismo de Galicia y después desde las distintas asociaciones fuimos exponiendo las dudas que se planteaban en cada una. Estamos mirando de hacer cosas de manera conjunta, apoyados por el Clúster de Turismo o apoyados desde Turismo de Galicia. Trabajando unidos podemos llegar a conseguir más cosas que cada uno por su cuenta. 

¿Cómo pueden contribuir las asociaciones de cocineros a salir de esta crisis?

Más que contribuir, lo que pueden hacer es escuchar las dudas y temores de los asociados y ver cómo se pueden solucionar. Poder hacer presión juntándonos varias asociaciones para conseguir moratorias de hipotecas y créditos para pymes del sector, intentar reducir la potencia de las eléctricas y que no se nos cobre todo, negociar con distintos ayuntamientos el tema de basura y agua… Y por supuesto el día después, qué podemos plantear para salir de esta situación lo menos golpeados posible. 

¿Puedes adelantarme alguna medida concreta que hayáis consensuado?

Estamos estudiando las campañas de turismo que se pueden hacer. Nosotros le pedimos a Turismo que le pueda transmitir a la gente que no tenga miedo a salir y cenar, una vez que todo esto pase y que se tomen las medidas de seguridad necesarias. No como antes, seguramente. Pero una vez que la situación esté más controlado, que no tengamos ese pánico de hacer lo que era nuestra vida habitual. 

¿Ves viable para los negocios de hostelería la apertura con limitación de aforo?

El problema es que trabajamos todo con suposiciones. No hay ni una sola medida que te diga cómo o cuándo vas a abrir. Está claro que tener que abrir con un aforo reducido complica mucho la viabilidad del local. Pero tendremos que entender que cambian las reglas del juego. No es solo una cuestión de nuestro sector. Va a ser muy complicado para los locales pequeños, igual tenemos que explorar el sistema de turnos para poder dar un poco más sin aglomeraciones. Pero al no haber medidas de momento es todo muy complicado, es hacer especulaciones sobre cosas en el aire. 

¿Crees que puede ser más complicado para los restaurantes de precio elevado, que ante las consecuencias económicas la gente va a tirar de lo básico?

Sinceramente, no lo sé. Hay que recordar que hay mucha gente está manteniendo sus trabajos, están los funcionarios, hay muchos sectores que siguen funcionando. A esos locales lo que les puede influir es que se vea reducido drásticamente el turismo. Su cliente habitual yo creo que va a seguir saliendo a comer. Además en muchos casos la normativa del metro y medio-dos metros ya estaba sobradamente cumplida, son locales muy espaciosos donde las mesas no están juntas. Si yo tengo un local de 120 metros cuadrados en el que tengo cinco mesas, en teoría no debería verme obligado a reducir el aforo… 

En lo personal, ¿cómo lo estás llevando?

No queda otra que remar. Yo estoy dentro de los ligeramente optimistas. No podemos estar constantemente con lo de esto va a ser un desastre, van a cerrar muchísimos… ¿Van a cerrar locales? Sí. ¿Vamos a ver reducida nuestra facturación? Seguramente. Pero habrá que salir de esta. Al final, cuando la cosa se normalice del todo la gente seguirá saliendo. 

Habrá que mirar también un poco para el ombligo del sector. Muchos negocios en Galicia no tenían una economía saneada. Llevamos mucho tiempo diciendo en cualquier charla que el sector estaba masificado, no teníamos personal, había un exceso de locales. Pues ahora desgraciadamente a muchos que lo hacen bien se los lleva esto por delante. Para otros ha sido la puntilla. Evidentemente es por una situación que nadie desearía. Pero hay que empezar a plantearse que los locales tienen que estar saneados, que ante cualquier circunstancia fuera de lo normal tengas un fondo de caja, que no tengas que vivir al día. Que muchas veces los responsables somos los cocineros, que sabemos que el bogavante lo tendría que vender a 32 pero a 32 no lo voy a vender y lo voy a vender a 24. Al final bajamos márgenes de beneficio porque hay mucha competencia y es la pescadilla que se muerde la cola.