"La pérdida de la Semana Santa es un duro varapalo para el sector", Alfonso Martín, presidente del CETS


Sanxenxo y su empresariado turístico que mira con resignada preocupación el comienzo de lo que, en circunstancias normales, sería el comienzo de la temporada alta y que vendría marcada especialmente por la previsión meteorológica, que habitualmente determinaba las reservas de última hora y la ocupación final de la Semana Santa en Sanxenxo. 

"En estos momentos en torno al 70% de nuestros asociados habrían abierto sus puertas y una parte importante de ellos comenzarían a trabajar a partir de estas fechas de forma continuada hasta el puente de octubre. Otros trabajarían la Semana Santa, festivos y fines de semana hasta que llegaran los meses de verano pero, en cualquier caso, es un duro varapalo para el sector", explica el presidente del CETS, Alfonso Martínez, que recuerda que Sanxenxo cuenta con 16 mil plazas de alojamiento reguladas. 

El año pasado el tiempo acompañó y la Semana Santa se cerró con una ocupación del 85% en el conjunto de los asociados -90% en los hoteles- y con la llegada de más de 30 mil viajeros, superando con creces las cifras del mismo período del 2018, en que el mal tiempo había marcado una Semana Santa floja para el noroeste peninsular. La previsión para este año era buena a comienzos de año, siempre dependiendo del factor climatológico, y los empresarios turísticos trabajaban con un buen ritmo de reservas que se vinieron abajo con la llegada del coronavirus. 

"Muchos de los turistas que nos visitan son habituales y nos expresan su deseo de volver pronto a Sanxenxo, en cuanto acabe esta situación pero somos conscientes de que la recuperación será paulatina", afirma Alfonso Martínez, que destaca la importancia de poner en marcha una importante bateria de medidas de apoyo económicas y de promoción por parte de las diferentes administraciones que sirvan de apoyo para todo el tejido económico afectado. 

Con la vista puesta en el verano 
A la espera de superar esta difícil situación sanitaria, que es ahora la máxima prioridad, el empresariado turístico de Sanxenxo trabaja con la vista puesta en el verano, que supone el grueso de su facturación anual. "Estamos preparados para abrir en cuanto la situación sanitaria y las autoridades nos lo indiquen y podamos comenzar a trabajar para revertir esta situación. No va a ser fácil pero el empresariado de este municipio ha tenido músculo para superar otras crisis. Nos tocará trabajar muy duro para no perder este año y debemos hacerlo con cabeza, sin caer en guerra de precios y apostando, como hemos venido haciendo hasta ahora, por la calidad y la rentabilidad de nuestra oferta", comenta el presidente del Consorcio Turístico de empresarios que destaca que el turismo supone aproximadamente el 80% del PIB del concello de Sanxenxo y cerca del 45% de los ocupados de este municipio turístico por excelencia. 

Las circunstancias en las que se encuentran sus asociados son variadas y muchas las dudas generadas por una situación sin parangón: hay hoteles que tuvieron que cerrar sus puertas y presentar ERTES; otros no llegaron a abrir o a contratar a personal para el comienzo de temporada, por lo que el CETS sigue ofreciendo sus servicios a sus asociados a través de correo electrónico y teléfono.