La crisis sanitaria es un golpe duro para todos, pero la familia vermutera de St. Petroni lo afronta con positivismo. Hablamos con su creadora, Cristina Codesido, que nos cuenta cómo los consumidores han seguido demandando la marca desde el confinamiento.
¿Cómo estáis llevando la crisis sanitaria?
Nosotros nos sensibilizamos desde el primer momento, como todo el mundo. Entendemos Petroni como una gran familia, cuando nos preguntan por nuestro éxito yo siempre digo que no es simplemente cosa nuestra sino de todo el arropamiento que recibimos de los consumidores. Por supuesto, nuestros trabajadores también son familia Petroni. Por eso decidimos no aplicar ERTE, no podíamos dejar en estos momentos a nuestra familia en una situación precaria. Hicimos ese esfuerzo, y casi parece que nos funcionó el buen karma porque la situación se suavizó en nuestra empresa.
Partíamos de que nuestra mayor parte de distribución era tradicional, frente a comercialización en supermercados y demás. Era un producto que la gente consumía más en locales. Pero en esta situación los consumidores están demandando el producto en sus casas, a nosotros nos ha ayudado a paliar los efectos del COVID-19 ese amor que el consumidor tiene por la marca, que hizo incrementarse la compra en grandes superficies.
Es verdad que vuestra marca se asocia al consumo en hostelería, eventos al aire libre, casi esperaba una respuesta más negativa.
Sí. Pero la gente llevó a sus casas el amor por nuestra marca. A nosotros nos encanta que se disfrute con el producto en esta mala situación. Parece que retrocedemos en los años, a unos años 50 o años 60 en los que el consumo en las casas era mucho mayor.
Tal fue el shock que llevamos por el efecto que está teniendo el virus en la sociedad que decidimos parar nuestras redes. Entendíamos que no podíamos estar comunicando sobre nuestra marca ante una situación en la que la gente lo estaba pasando mal. Decidimos paralizarlo, no hicimos ni una sola acción. Todo el aumento del consumo se debe al amor que el consumidor tiene a la marca y eso engrandece muchísimo la ilusión que tenemos por seguir trabajando y haciendo las cosas bien.
Ahora, y en agradecimiento a todas esas muestras de cariño y con mucho respeto iniciaremos una campaña bajo el lema “A copa sempre medio chea “ para que nuestra comunidad pueda sentir el cariño en la distancia y a través de acciones con mensajes musicales entre ellos, arropando así también a la cultura musical que en estos momentos también está pasando una mala situación.
Ahora, y en agradecimiento a todas esas muestras de cariño y con mucho respeto iniciaremos una campaña bajo el lema “A copa sempre medio chea “ para que nuestra comunidad pueda sentir el cariño en la distancia y a través de acciones con mensajes musicales entre ellos, arropando así también a la cultura musical que en estos momentos también está pasando una mala situación.
¿Eres optimista de cara a la recuperación, a la reapertura de la hostelería y la lenta vuelta a la normalidad?
Yo soy optimista por naturaleza. En esta situación no soy optimista al 100%, empatizo mucho con gente que lo esta pasando realmente mal. Más que optimismo tengo esperanza, la historia nos demuestra que los gallegos somos de una raza dura, siempre lidiamos con todo. Yo tengo la gran suerte de tener una bisabuela política que me dio lecciones de vida, cuando tenía que desplazarse kilómetros en años de guerra por un bollo de pan y consiguió que su familia saliese adelante... Yo confío en los gallegos y que esta situación se supere.
Y que más pronto que tarde estemos todos brindando de nuevo al sol con un vermú...
Pues sí. Más que brindando, compartiendo. Para mí es importantísimo. Creo que va a venir un sentimiento de querer disfrutar en comunidad, con la vecindad y sobre todo con los nuestros, que nos va a ayudar a salir adelante.
Yo soy optimista por naturaleza. En esta situación no soy optimista al 100%, empatizo mucho con gente que lo esta pasando realmente mal. Más que optimismo tengo esperanza, la historia nos demuestra que los gallegos somos de una raza dura, siempre lidiamos con todo. Yo tengo la gran suerte de tener una bisabuela política que me dio lecciones de vida, cuando tenía que desplazarse kilómetros en años de guerra por un bollo de pan y consiguió que su familia saliese adelante... Yo confío en los gallegos y que esta situación se supere.
Y que más pronto que tarde estemos todos brindando de nuevo al sol con un vermú...
Pues sí. Más que brindando, compartiendo. Para mí es importantísimo. Creo que va a venir un sentimiento de querer disfrutar en comunidad, con la vecindad y sobre todo con los nuestros, que nos va a ayudar a salir adelante.