Galicia se prepara para una Semana Santa sin procesiones

Aunque la Semana Santa está prevista para abril, más allá del período de emergencia decretado por el gobierno central, no está claro como evolucionará la situación o si tendrá que alargarse, por lo que las administraciones locales y cofradías gallegas han decidido actual con responsabilidad y durante este fin de semana se han sucedido anuncios cancelando procesiones y demás actos programados.

Una circunstancia que lógicamente tiene un perjuicio directo en las ciudades y villas donde se vive más intensamente, como Ferrol, donde la Junta General de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa habla de “una medida dolorosa, pero ante la que todos estamos unidos en este delicado momento, con un espíritu cívico y con una generosidad que es justo reconocer y agradecer”. Es la primera vez que tiene que suspenderse la Semana Santa de Ferrol en medio siglo, desde aquel lejano 1972 en el que el asesinato de dos obreros durante una manifestación por parte de la policía franquista forzó la cancelación de la celebración. 

Del mismo modo, la otra semana santa declarada de interés turístico internacional en Galicia, ña de Viveiro, también ha decidido echar el cierre este año a través de un comunicado conjunto de la alcaldesa, María Loureiro y el presidente de la junta de cofradías, José Veiga, en el que se habla de una decisión “necesaria por el bien de todos, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias”. Los mismos motivos que presentan desde las cofradías de Fisterra para suspender los actos litúrgicos y actividades paralelas previstas para este año, incluyendo la multitudinaria representación de la resurrección y las actuaciones de orquestas de las fiestas del Santo Cristo. 

Desde Paradela (Meis), también transmiten con tristeza la necesidad de cancelar su famosa representación teatral de la pasión de Cristo, en un año en el que habían redoblado sus esfuerzos para actualizar los textos teatrales y ofrecer un evento lo más realista y conmovedor posible. Aunque en este caso nos dejan un pequeño detalle para el optimismo. Este año estaba previsto representar por primera vez un pasaje bíblico ajeno a la pasión, una recreación paralela que la organización intentará celebrar cuando las circunstancias sean más propicia.