Rías Baixas analiza las debilidades y fortalezas del sector vinícola

El sector de la D. O. Rías Baixas se reunió para analizar las principales debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades para este sector vitivinícola y su territorio turístico. En dicho encuentro participaron 35 personas de diversas organizaciones e instituciones cuyo ámbito de actuación coincide prioritariamente con el territorio de la D.O. Rías Baixas. 

Entre los asistentes se encontraban administraciones públicas y otros agentes del territorio como viticultores, bodegas, Consejo Regulador, Xunta de Galicia, Diputación de Pontevedra, Turismo Rías Baixas, hosteleros, agencias de viaje, grupos de Desarrollo Rural, centros de investigación y de formación. Al final de la sesión de trabajo se consensuaron las conclusiones, basadas en las visiones y retos que deberá afrontar el territorio en los próximos años. La Fundación Juana de Vega tiene previsto realizar otra reunión de trabajo más adelante. 

El objetivo de estas sesiones es conocer de primera mano las inquietudes de los distintos agentes implicados y, al mismo tiempo, hacerlos partícipes de los avances en elaboración de la estrategia de dinamización económica, territorial y turística de las comarcas vitivinícolas de Galicia. También recoger sus necesidades, retos y objetivos. 

La Fundación Juana de Vega coordinó este primer encuentro de diagnóstico dentro del marco “Estratexia de dinamización económica, territorial e turística das comarcas vitivinícolas de Galicia” que está desarrollando en virtud del convenio entre la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (AGADER), la Axencia de Turismo de Galicia y el Instituto Galego de Promoción económica (IGAPE). Esta estrategia tiene como objetivo mejorar el posicionamento de los vinos gallegos, reforzar su imagen de marca vinculada con sus territorios, así como mejorar la eficacia da promoción y comercialización de los productos turísticos vinculados al enoturismo y la enogastronomía. 

El sector vitivinícola se convirtió en uno de los más dinámicos del rural gallego, aglutinando en sus cinco Denominaciones de Origen a más de 13.000 viticultores, unas 450 bodegas y un valor económico de más de 200 millones de euros.