La iglesia de San Nicolás o San Xoán de Portomarín será restaurada para corregir la entrada de humedad que se produce a través de las cubiertas y los sistemas de evacuación de las aguas de lluvia, además de sustituir las rejas entre las almenas por un sistema que evite la entrada de aves en los paseos de ronda, se limpiará la fachada, se restaurarán las portadas escultóricas del monumento y la vidrería del rosetón de la fachada principal y se realizarán otras acciones como la mejora de las instalaciones de iluminación y ventilación del espacio bajocubierta o la ocultación de la instalación eléctrica vista.
Se trata de un trabajo licitado por la Xunta por un importe de 249.226 euros. El plazo máximo de ejecución de las obras será de seis meses.
La iglesia de San Nicolás o de San Xoán de Portomarín tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de monumento. Fue construida entre los siglos XII y XIII por la Orden Hospitalaria de San Xoán de Jerusalén, siguiendo la tradición de los antiguos templos romanos dedicados al dios Xano.
Tiene una sola nave con dos puertas laterales en la cabecera, una puerta frontal en la fachada principal al oeste y una ábside semicircular al este. Interiormente destaca su altura y la orden románica expresada en las columnas de los muros y ventanas con arcadas de medio punto propias de este estilo. Exteriormente resulta imponente su sencillez compositiva, su esbelto volumen coronado de almenas y las cuatro pequeñas torres que recuerdan su carácter defensivo, el rosetón de la fachada principal y la delicada decoración románica. Su situación original junto a la ponte sobre el río Miño respondía al control y protección del paso de los peregrinos y comerciantes por la ponte.