Las denominaciones vitivinícolas apoyan el Patrimonio Mundial de la Ribeira Sacra

La candidatura del paisaje cultural de la Ribeira Sacra para la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO se ha granjeado el apoyo oficial de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas, que representa a  52 Consejos Reguladores de un total de 54 denominaciones y aprovechó su XXIV Asamblea General para firmar un documento de adhesión y apoyo. 

Esta firma suma a la causa el apoyo de una asociación que representa los intereses de cerca de 110.000 viticultores que comercializan el 98% de la producción nacional de vino con denominación de origen. 

En la mencionada adhesión se destaca que la Ribeira Sacra es un ejemplo excepcional de un poblamiento tradicional de la Europa Atlántica, representativo de la interacción del ser humano con el medio, al intervenir este en la construcción de terrazas monumentales en las laderas de los cañones del Sil y el Miño. Y lo califica como “un singular espacio en el que desde tiempos inmemoriales se desarrolla una cultura vitícola, con un trabajo, inteligencia y tesón mantenido en el tiempo que la hizo merecedora del apelativo de heroica”.

Finalmente, se explica que la Ribeira Sacra constituye un testigo excepcional de la cristianización de la Península Ibérica y el paisaje simbólico más occidental de la Europa continental, gracias a unos conjuntos de origen religioso sobreabundantes y de extraordinaria singularidad en esta tierra. Un patrimonio construido que ilustra 1.500 años de historia en los que en la Ribeira Sacra creció “un bosque de iglesias”, ilustrativo de la riqueza y variedad de la arquitectura románica de los siglos XII y XIII.

El conselleiro de Cultura y Turismo, Román Rodríguez, agradeció el apoyo de la CECRV, que representa a un sector “muy importante en lo económico y en lo cultural” y destacó el legado vitícola de la Ribeira Sacra “que es pasado presente y futuro de esta zona”, forjado sobre la resilencia de muchas generaciones de gallegos “que configuraron un paisaje cultural vivo, plenamente reconocible en los bancales que, como mastabas naturales, configuran este extraordinario paisaje”.