“Comenzamos a elaborar nuestras conservas siguiendo una
tradición familiar, puesto que somos una familia vinculada al mar y a la pesca
y en nuestra casa, desde siempre, embotábamos el bonito. En 2014 iniciamos
nuestra singladura con la premisa de diferenciarnos por la calidad de nuestro
producto”.
-¿Qué producción tenéis en estos momentos?
-Unas 40 toneladas de Bonito del Norte y 10.000 kg. de
anchoas, además elaboramos diferentes patés, de nécora, de centolla, de erizo,
bonito y mejillón.
-¿Cómo fue este año la campaña de la costera del bonito?
-Fue bastante buena, con precios asequibles, pero cada vez
es más corta. Dura apenas mes y medio –la actual concluyó el 2 de septiembre-
por las cuotas y, además, ya no hay tantas descargas en Burela puesto que este
túnido tiene muy buena aceptación en todas las lonjas del Cantábrico y lo
barcos descargan en el puerto más próximo para reducir costes.
-¿Sois una de las pocas conserveras gallegas que elabora
anchoas?
-Sí, efectivamente; creo que hay otra en el sur de Galicia.
La salazón y el prensado lo hacemos en colaboración con una empresa familiar de
Santoña, luego, una vez maduradas traemos los bidones con la anchoa salazonada
para nuestra fábrica y realizamos aquí todo el proceso de sobrado, fileteado,
corte, perfilado y envasado.