Bodegas Terras Gauda propone decir “te quiero” en el Día de la Madre con La Mar 2016, su creación más singular. Una delicada joya del Atlántico elaborada con Caíño Blanco, exclusiva variedad autóctona recuperada por la Bodega, poseedora del 90% de su producción.
La facilidad para extraer al máximo las características del “terroir” es la seña de identidad diferencial del Caíño, lo que la hace única. Única como todas y cada una de las madres, por las que Terras Gauda alza una copa de La Mar 2016, que se ha mantenido en contacto con sus lías durante casi dos meses, ha reposado otros seis en depósitos de acero inoxidable y ha permanecido en reposo, en botella, durante al menos un año.
El resultado es un vino donde potentes aromas descansan sobre tenues recuerdos de hierbas aromáticas y florales, que presenta una boca plena de sabores; muy amplio, goloso, de gran cuerpo y tierno a la vez, sedoso, profundo y con una gran estructura. Su excelente acidez le aporta frescura y longitud.
Se ensambla a la perfección con pescados y mariscos gracias a su buena acidez, pero el abanico de maridajes se amplía gracias a su poderoso cuerpo y volumen, pudiendo combinarse con guisos o carnes al horno sin descartar platos especiados o ligeramente picantes.