
En concreto, se trata de un paquete de experiencias enogastrosensoriales se pretende sorprender a los clientes con propuestas diferentes y personalizadas; a medida.
Una de las experiencias más llamativas de Conversamos un vino tiene lugar a bordo de un yate en la Ría de Pontevedrsa. Un grupo de personas reducido embarca y tras el cóctel de bienvenida realizar un crucero de 4 horas de duración, re4alizando paradas en lugares “mágicos”, maridando vinos singulares con elaboraciones gastronómicas, utilizando los diferentes entorno para crear una mayor goce sensorial de los participantes.
Esta experiencia no sólo tiene lugar a bordo de un yate, también un mirador, el claustro de un monasterio, un pazo…eso sí, su nexo común es siempre la vivencia de experiencias sensoriales y gastronómicas exclusivas, diferentes y personalizadas.