Mar de Frades cambia de traje paro mantiene su esencia atlántica

El albariño Mar de Frades celebró en la terraza del Marina Beach Club de la Playa de Samil en Vigo una gran fiesta para celebrar su cambio de imagen después de más de dos décadas: un reflejo de su espíritu hecho de Atlántico e inconquistable, de la mano de las bailarinas del ballet contemporáneo de Chevy Muraday. 

Nacido en el Valle de Salnés (Pontevedra), en la milla de oro del Albariño, en pleno corazón de las Rías Baixas, Mar de Frades es un vino que hace honor a su nombre, con un marcado carácter salino, que lo hace único y nos traslada al Atlántico. A un mar de color azul profundo. 

El icónico azul que se mantiene en la nueva botella de Mar de Frades. Sofisticado, pero natural. Así es la nueva imagen de Mar de Frades: atrevida, valiente e innovadora. Como destacó su enóloga Paula Fandiño, una de las 10 mejores de España según la revista británica Drink Business 2016, “Mar de Frades es un vino pensado para un público atrevido y exigente, con ganas de sorprender y ser sorprendido, como lo hace esta nueva imagen que recoge toda la fuerza del mar Atlántico y nos hace vivir su carácter único, diferente, valiente, sofisticado, atrevido y vanguardista.”
Su luminoso aspecto, de radiante color limón fino con reflejos de alga marina, anima a descubrir en nariz aromas de fruta de hueso, albaricoque y níspero, unidos a flores de almendro y sutiles notas salinas y tropicales. En boca, este carácter salino tiene un toque balsámico, con sabores a confitura de naranja y hierbas aromáticas convirtiéndolo en un vino sabroso y decisivo. Por su frescor y característico aroma salino, se recomienda maridar sabores intensos de mar como salmón marinado o Sashimi, o de tierra como gyozas de verduras o humus.