Agro de Bazán celebró las 35 vendimias de la bodega pionera en la D.O. Rías Baixas con sus Granbazán, homenaje y reconocimiento al presidente y fundador de la misma, Manuel Otero Candeira, conservero antes que bodeguero y creador del concepto "chateau" por estos pagos. Y allí estuvo HG&T para contarlo.
En 1981 Manolo Otero recogió las primeras uvas albariñas de la finca que rodea al pazo en Tremoedo (Vilanova de Aroura), unas 12 hectáreas, anteriormente una masa arbórea dedicada a la explotación forestal. Tras años de investigación y ensayos, salieron al mercado las primeras botellas de Granbazán, que marcarían un un antes y después en la viticultura y enología de la por aquel entonces incipiente D.O. Rías Baixas.
Aparte de los vinos, produce también aguardientes y licores, algunos de ellos embotellados en una preciosa colección de envases de porcelana que hacen serie y que evocan la historia de España. Las conservas siguen estando todavía presentes, elaboradas expresamente por una conservera de Cambados bajo la marca Granbazán.
Los asistentes a este entrañable acto pudieron degustar los vinos de la bodega, armonizados con unos miniplatos diseñados especialmente para esta ocasión. De entrada el Granbazán Etiqueta Verde 2015 que ensambló por su acidez con la contundencia de un Tiradito de jurel lañado y con un Shashimi de salmón a la gallega.
Los acompañantes del Granbazán Etiqueta Ámbar 2015 fueron el Ceviche de zamburiña y aire de arbequina y el Salpicón de centolla con codium, el alga que sabe a percebe. Con el Granbazán Don Álvaro de Bazán 2014 bailaron la Navaja con salsa XO y polvo de alga nori y el Crujiente de cangrejo real sriracha, una salsa tailandesa que viene a ser algo así como un chile fermentado.
Para cerrar la jornada el Granbazán Limousin 2014, con su leve toque de madera, armonizó con un Taco de Ternera Gallega y de remate, la gran primicia, un vino en rama que todavía no tiene nombre, para acompañar una Panacotta de licor MarcdeBazán.