La feria, según expusieron en su presentación las concejalas pontevedresas Anabel Gulías y Anxos Riveiro, está ideada tanto para el profesional como para el consumidor final, con la única restricción de la procedencia de los productos y elaborados expuestos, cuya procedencia tendrá que ser gallega. La iniciativa ha sido muy bien acogida por el sector ya que a estas alturas y con la feria sin publicitar ya se han inscrito para el certamen más de una veintena de productores alimentarios gallegos.