
La feria muestra una variada representación de dulces,
alguno de los cuales no se venden fuera de los conventos.b En total hay unos 70
productos con precios desde los 3 hasta los 13 euros.
Entre los conventos participantes, además de los gallegos,
están las Clarisas de Málaga y de Sevilla, Las Agustinas también de Sevilla,
Trinitarias de Toledo y las Carmelitas de Oviedo, que contribuyen a la feria
con sus delicias de yema, bocaditos árabes, perlitas de licor, dátiles
rellenos, lágrimas del destierro o múltiples variedades de turrones y
mazapanes.
Además se pueden encontrar Bolas, louras y pastas de nata
del monasterio pontevedrés de Trasmañó; Almendrados del Monasterio de San
Bieito de Cuntis, Tarta Real, turrones ‘amarguiños’ y ‘cordiais’ del Monasterio
de Santa María de Valdeflores de la localidad lucense de Viveiro; o Almendrados
del Monasterio de San Paio de Antealtares y Pastas de Té del de Santa María de
Belvís, ambos en Santiago de Compostela.