
Consolidada esta gran parada del
marisco, el objetivo actual no pasa por atraer más visitantes sino que “ahora
nos centramos más la calidad tanto del producto como del servicio. Queremos que
los visitantes de la Festa do Marisco sientan la necesidad de volver a
visitarnos a lo largo del año”.

Miguel Ángel Pérez ensalza, más allá
de un producto incuestionable “el saber hacer y las manos expertas de los
hosteleros locales, en una gran mayoría formados en esa gran escuela de
hostelería que fue y es el Gran Hotel de La Toja, por el que pasaron la gran
mayoría de nuestras sagas hosteleras de las que nos sentimos tremendamente
orgullosos”.
Otro de los atractivos de la localidad
es el puerto tanto en su vertiente pesquera como en la más hedonista como base
desde la que operan hasta nueve compañías de barcos y catamaranes que hacen
cruceros por las rías. “Es, sin duda, una oferta muy interesante y atractiva
que capta turismo y que tiene por tanto repercusión para la hostelería local”,
precisa el alcalde.