Micro cervecerías, lagares autóctonos (Sidra Ribela), enlatados vegetales ecológicos, conserveras artesanales en las que todo el proceso es manual como en el caso de Artemar, han saltado a escena en los últimos años en Galicia.
Es el caso de Artemar, una conservera de O Morrazo, creada en 2010 por un grupo de jóvenes convencidos de las posibilidades de las algas. En este corto espacio de tiempo se han convertido en una referencia y se suman a marcas consolidadas como Peperetes o Portomuiños, por citar alguna.
Comenzaron elaborando wakme, un alga alóctona abundante en las aguas de las rías gallegas y, poco a poco, fueron añadiendo otros enlatados como sardinillas, agujas, caviar de erizo, navajas, mejillones con wakame en escabeche blanco o el wakame con caviar de erizo.
La gama se amplió con el añadido del ahumado -simpre con viruta de haya- a alguno de sus escaldados: sardinilla, caballa, pulpo y, en la actualudad están trabajando en un cuarto producto de estas características.
En Artemar, que ya suena con fuerza, enlatan y estuchan a mano, lata a lata,, y sólo utilizan aceite de oliva y materias primas de primera calidad. Tan Artesanal es todo el proceso en Artemar que los dibujos de los estuches están realizados a mano por una pintora viguesa.Y nada de conservantes ni colorantes.
Proyectos como el de Artemar son los que hacen país, los que contribuyen a que la marca Galicia se asocie a calidad, algo que, lamentablemente, no siempre sucede.