Romerías populares prolongan la Semana Santa

La meteorología no acompaña pero este lunes se celebran importantes romerías populares en las que religiosidad, tradición y gastronomía se dan la mano. Una de ellas es la de San Cibrán, en la parroquia pontevedresa de Tomeza. La tradición indica que aquél que quiera beneficiarse de la acción del Santo deberá dar una serie de vueltas alrededor de su capilla, tirando piedras al templo de espaldas y, en la procesión, pasar por debajo de la imagen del Santo. Cientos de devotos suben al monte, montan incluso sus tiendas para pasar la jornada y disfrutan de una comida popular a base de pulpo, empanada y rosca.

Otra fiesta multitudinaria es la que se celebra en el monasterio de Armenteira, en el municipio pontevedrés de Meis. Se trata de la romería de la Virgen de las Cabezas. Hasta ella se acercan miles de devotos de toda la comarca, algunos de ellos ofrecidos a la Virgen. A la oferta religiosa se le suma la gastronómica y la propiamente festiva, con los tradicionales puestos de rosquillas y las pulpeiras.

Más al sur, en el municipio de Redondela, se celebra la romería de la Virxe da Peneda. Los romeros acuden a la capilla, que se sitúa en la cumbre del monte del mismo nombre, para cumplir sus ofrecimientos.

Estas celebraciones religiosas prolongan la Semana Santa en Galicia, unas fechas que combinaron los actos propiamente religiosos con otras fiestas de carácter gastronómico y popular. Una de las más multitudinarias, además de las procesiones de Viveiro y Ferrol, fue la Mostra do Encaixe de Camariñas, que recibió la visita de más de 20.000 personas. El jueves fue el día de menor afluencia. Los organizadores ya piensan en la edición del próximo año, en la que la cita cumplirá su vigésimo aniversario.

Al sur de Galicia, en el municipio fronterizo de Tui, la protagonista fue la angula. Pese a que el Ayuntamiento se negó a celebrar la fiesta dedicada a este producto (por la crisis), fue un grupo de vecinos el que tomó el testigo y organizó la degustación. A pesar de todo, el precio de cuarenta euros por ración fue demasiado elevado para muchos bolsillos.

En el municipio de Pontevedra, en la parroquia de Lérez, se celebró la segunda edición de la Festa da Orella de Porco, organizada por la asociación de vecinos San Bieito. Unos veinte cocineros prepararon cuatrocientas raciones de esta popular receta. En total, se cocinaron 250 kilos de oreja y 80 de patatas.

En As Neves, la Semana Santa se acompañó de requesón con miel, fiesta que concluyó con la venta de más de 20.000 unidades de requesón, de los que unos cuatro mil fueron degustados en la propia feria por los asistentes. Los que quisieron, acompañaron el requesón de otro de los productos más típicos de la zona: el vino tinto de Rubiós.

También una fiesta “dulce” fue la que se celebró en Abades (Silleda), en esta ocasión, dedicada a la rosquilla. Como viene siendo tradicional, se celebra un concurso público para elegir los mejores productos, en el que participaron 26 familias y establecimientos. El primer premio fue para Casa Maceira, de Lamela.

Ya en la provincia de Lugo se celebraron las fiestas de la Aguardiente de Portomarín y del vino de Quiroga. En Portomarín, centenares de personas se dieron cita en el evento y pudieron comprobar in situ cómo se elabora este tradicional licor. En cuanto a la cata oficial, el primer premio se lo llevó Adega Portomarín. En Quiroga, los organizadores de la Feira do Viño insisten en que ésta ha sido una de las ediciones más multitudinarias de sus veintisiete años de historia. Se vendieron unas cinco mil botellas.