El vídeo incrementa el poder publicitario de una marca

La publicidad entra por los ojos y los productos más fáciles de “digerir” son, precisamente, los que menos dificultades nos presentan para entenderlos e interiorizarlos. Por eso una buena campaña suele ir acompañada de un vídeo, que quizais sea el elemento de mayor poder viral, es decir, con mayor poder de transmisión.

En ese sentido, un ejemplo curioso pero que pone de manifiesto el poder de los vídeos es el del turista Matt Harding, que se ha hecho famoso gracias a sus grabaciones, en las que sale bailando en diferentes puntos del mundo. Tanto es así que sus vídeos han sido vistos más de 30 millones de veces, ha creado su propio canal en Youtube y su propia página web.