El Camino de Santiago como alternativa a la crísis

En época de crisis, el Camino de Santiago se convierte en una buena alternativa a los viajes veraniegos, o eso parece si tenemos en cuenta el número de peregrinos que en los meses de julio y agosto colapsaron los albergues y acudieron a la Oficina de Peregrinos para hacer la Compostela donde se sellaron más de 1.000 certificaciones al día.

La mayoría de los peregrinos que llegan a Santiago son españoles que también eligieron los albergues del camino para pasar la noche. Por un módico precio, entre 12 a 10 euros, los caminantes pueden descansar hasta tres días como ocurre en la Residencia de Peregrinos de San Lázaro que está regentado por la Xunta.