Un millar de personas se dieron cita en el Palacio de Canedo
para descorchar las primeras botellas de la nueva cosecha con el tinto
Maceración 2016 que este año cumple sus bodas de plata. Son 25 cosechas
consecutivas del Palacio de Canedo Maceración y trece años los que se su salida
al mercado se festeja como merece: con una fiesta, castañas asadas y música en
directo.
Este año salen al mercado 20.000 botellas, aproximadamente
la cantidad del año pasado, a pesar de que la cosecha de mencía se ha reducido
en un 40%. José Luis Prada se lamentaba de esta disminución de uva, pero que ha
decidido no repercuta en el Maceración, ya que el Maceración “no se sacrifica”
en relación con otros vinos de la bodega.
El Maceración estrena etiqueta, hojas de roble en homenaje
al Bosque Didáctico que la Fundación Prada a Tope tiene en las inmediaciones
del Palacio. La idea es que cada cosecha cambie la especie de árbol autóctono
de los que hay en el bosque.
El mencía de Maceración que elabora el Palacio de Canedo es
un tipo de vino de elaboración arriesgada, de ahí que haya muy pocas bodegas
que se atrevan con ello y en el caso de la mencía solo lo encontremos aquí. El
resultado es un vino muy joven porque las uvas se vendimiaron el 18 de
septiembre y se embotellaron el 7 de noviembre… apenas 50 días.
Se hace exclusivamente a base de mencía, y los racimos se
colocan uno a uno en la cuba de modo que durante unos días arranca la
fermentación sin romper los racimos antes de que continúe el proceso
convencional. Este contacto de la pulpa con la piel de la uva a temperatura
controlada hace que el Maceración de Prada sea un vino desnudo, en el que ni la
madera ni la maduración en depósitos despista al apasionado de la mencía que se
puede disfrutar en todo su esplendor.