La visita del Papa Benedicto XVI a Santiago no tuvo los efectos milagrosos, en forma de ingresos, para la hostelería compostelana. Los 200.000 turistas religiosos que iban a abarrotar la ciudad se quedaron en bastantes menos.
Desde la Asociación de Hostelería de Santiago consideran que los más perjudicados de la jornada fueron los restauradores, ya que compraron mercancía pensando en una afluencia de visitantes que no se cumplió ni por asomo.
En cuanto a los hoteles, a la espera de los datos definitivos, desde la patronal hostelera compostelana subrayan que la ocupación rondó el 60% y, “aunque alguno pudo estar al 90% otros estuvieron muy bajos”, precisa su portavoz Aser Álvarez.
Desde la Asociación de Hostelería de Santiago consideran que los más perjudicados de la jornada fueron los restauradores, ya que compraron mercancía pensando en una afluencia de visitantes que no se cumplió ni por asomo.
En cuanto a los hoteles, a la espera de los datos definitivos, desde la patronal hostelera compostelana subrayan que la ocupación rondó el 60% y, “aunque alguno pudo estar al 90% otros estuvieron muy bajos”, precisa su portavoz Aser Álvarez.